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Publicado: 03/10/2017
En las cartas gastronómicas más completas de cualquier restaurante vasco de Bilbao no pueden faltar nunca, además de sus platos típicos y contundentes, unos buenos postres para poner la guinda final a un día de comida.
En ese sentido, el sorbete de limón se caracteriza por su sabor cítrico, refrescante y delicioso. En todo restaurante vasco de Bilbao que se precie se debería realizar con un toque de cava que da sofisticación y combina perfectamente con el limón de este postre.
El sorbete es uno de los postres más famosos del mundo. Y es que su historia se remonta a hace unos 4.000 años cuando en Mesopotamia ya se usaba la nieve de la montaña para enfriar las frutas. Más tarde, los ingeniosos romanos inventaron una técnica para conservar esta nieve en pozos y poder distribuirla por las ciudades en los calurosos veranos. Así, estos postres fueron los primeros helados de la historia.
No es casualidad que la palabra sorbete provenga del turco o árabe y signifique “trago”, y es que la herencia de estas culturas nos dio la idea de poder disfrutar de este refrescante postre. Más adelante aumentó el número de adeptos que disfrutaban de las frutas heladas y comenzó la innovación, la producción y comercialización de lo que actualmente conocemos como sorbete y helado, en su versión más cremosa.
Imprescindible en eventos especiales como celebraciones, bodas o comidas familiares, permite degustarse entre plato y plato para finalizar el gusto del anterior, y así poder comenzar a disfrutar del siguiente sin sabores anteriores entremezclados en tu paladar. O bien al final del almuerzo para ayudar a digerir la comida y refrescarnos del gusto de la comida.
Todo gracias al cítrico del limón que limpia, desinfecta y calma la boca. Y el cava que ponemos en Restaurante Goizeko Izarra sin duda le da un toque perfecto para celebrar el placer de comer bien.